La naturaleza mortífera del pecado

El ser humano piensa que mientras tenga todo en abundancia y nadie lo moleste, puede convivir en paz y seguridad con el pecado, pero Dios hace que ello sea una bomba de tiempo, este despierta con el tiempo un deseo de destrucción y autodestrucción, así que todas las sociedades sin Dios están condenadas a destruirse entre ellas. Ver video

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