Las versiones de este libro varían demasiado (Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
Dios siempre enseñó a ayunar cuarenta días en el desierto, incluso a Adán (Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
Se mantendrá virgen mientras tenga al Salvador en su vientre, pues María no era una cualquiera, sino una santa, pues Dios no escogió a una mujer usada para nacer a través de ella (Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
Llegará el momento en que Dios escuchará nuestros pedidos (Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
Dios no solo nos ordena que tomemos mujeres vírgenes, sino en especial a las esclavas, como María, para que nos nazcan hijos puros como nuestro Salvador (Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
Nuestro Mesías fue llamado el Salvador, aun antes de pagar con su sangre por ese título. A eso se le llama lo gratis de Dios. Por eso Él nos llama santos, aunque todavía no hayamos demostrado con obras serlo (Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
A veces uno busca algo simple, y Dios termina dándote algo extraordinario, y encima también lo simple (Efesios 3:20, Evangelio de la Natividad de María 3:1 PS).
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