Hay varios caminos; el más angosto es el perfecto, pero Dios creó otros según los malos deseos de cada quien, todo esto para su perdición. Por eso existen tantas religiones (Proverbios 18:1 NTV).
El necio que busca la sabiduría no es necio, sino sabio, por más que sea ignorante; en cambio, el necio que desprecia la sabiduría seguirá siendo necio. Por eso, no debemos perder el tiempo en ellos ni menos casarnos con ellos, ya que solo tratarán de convertirnos a su mal pensar y actuar, y porque es un pecado grave. En cambio, si quieren escuchar y obedecer, podríamos casarnos incluso si estuviesen casadas, obviamente pagando a su esposo que la desprecia por santa (Corán 4:25) (Proverbios 18:2 NTV).
Demos por cierto que el destinado a ser santo y que peca será avergonzado, y demos por cierto que el destinado a ser pecador y que peca será exaltado, porque grande será su condenación (Proverbios 18:3 NTV).
Cuando los santos, o los destinados a santos, hacen el bien en privado, son exaltados en público; cuando lo hacen en público, son grandemente admirados entre la comunidad de santos, pero entre los pecadores son grandemente aborrecidos. Y si un santo hace el mal en privado o en público, será grandemente avergonzado y despreciado por todos, mientras que los pecadores que hacen el mal, ya sea en público o en privado, siempre serán aplaudidos por el mundo (Proverbios 18:3 NTV).
El mensaje «natural» de Dios no solo te hace sentir bien, sino que soluciona todo el mal que recibías por pecar. Cambia todo, ya que no solo te llevará al cielo, sino que también tendrás una vida con menos sufrimientos. En cambio, el mensaje sintético del Diablo, o sea, de esas falsas iglesias, te trae bienestar temporal como una pastilla sintética, pero no te cura de las consecuencias del pecado, porque no va en contra del pecado, sino que solo te exige fe (Proverbios 18:4 NTV).
Tengamos fe en que de nuestra boca saldrá sabiduría, palabras penetrantes y profundas, que dejarán pensando a la gente. Para ello, creamos que Él anda con nosotros, porque así es y se llama fe, porque creemos en todo esto, pese a que sea invisible» (Proverbios 18:4 NTV).
Es perfecto absolver de pecados a personas como María Magdalena, que no solo están arrepentidas, sino destinadas a ser santas. En cambio, si solo te guías por simples lágrimas y palabras de gente que dice estar arrepentida, perdonarlos te traerá condenación (Proverbios 18:5 NTV).
Bienaventurados los ignorantes, porque Dios perdona sus pecados, ya que no saben lo que hacen (Lucas 23:34). En cambio, malditos son los que, conociendo el bien y el mal, prefieren hacer el mal (2 Pedro 2:21). Por eso, así como hacemos el bien y somos justos con los ignorantes, seamos sobre todo justos con los santos (Proverbios 18:5 NTV).
No es bueno que el pecador le haga daño a otro pecador, porque con la misma vara será medido (Mateo 7:1). Y peor es que el malvado le haga daño al santo, ya que Dios permite que se engañe al judío por engañador y se le abandone al israelita por infiel. Pero cuán grande es su ira contra los pecadores que se meten con los santos, y peor aún si el daño viene de otro santo (Mateo 5:22) (Proverbios 18:5 NTV).
Dios perdona a los animales por su ignorancia. Dios perdona a los humanos que se comportan como animales por su ignorancia. Pero cuán malditos son los que, conociendo el bien y el mal, se comportan como animales (Proverbios 18:5 NTV).
Cuando el sabio habla entre santos, lo aplauden. Cuando habla entre pecadores, lo golpean. Cuando el pecador habla entre pecadores, lo aplauden; pero cuando habla entre santos, lo golpean (Proverbios 18:6 NTV).
Cuando el santo no controla su boca y le salen palabras ignorantes, estas palabras se le vuelven en su contra. De la misma forma, cuando el santo tiene una mujer vanidosa, esta lo incitará a asaltar pueblos para solventar su vida cómoda. Por eso, si queremos controlar a nuestras mujeres, empecemos controlando nuestras bocas (Santiago 3:2) (Proverbios 18:6 NTV).
El que aprende del bien y del mal, deja de ser necio y pasa a ser conocedor, y si pese a ello prefiere hacer el mal, este va directo al infierno por conocedor. En cambio, el ignorante quiere ser golpeado inconscientemente por hablar sin saber, porque pese a su ignorancia es castigado, pero no tanto como el conocedor (Proverbios 18:6-7 NTV).
Una forma de ganar mucho dinero es vendiendo alimentos deliciosos, y así como ellos dan todo por esos bocadillos para su boca, también dan todo por los chismes, que son bocaditos maliciosos para sus oídos, oídos que están hambrientos de escuchar lo mal que les va a los demás, sobre todo a los santos (Proverbios 18:8 NTV).
Los rumores son como el agua de riego, y la envidia es como una semilla que, si no la desechas, el rumor terminará penetrando en el terreno de tu mente, donde se encuentra la semilla mala. Esta crecerá con ese riego hasta convertirse en un árbol que dará como fruto la desgracia. Por eso, desechemos toda semilla del enemigo (Proverbios 18:8 NTV).
Sí, los alimentos transgénicos penetran en lo más profundo de nuestro cuerpo; en cambio, los chismes, los chistes y cosas semejantes penetran en lo más profundo de nuestra mente, alimentando las raíces del pecado (Mateo 15:11). Por otro lado, el vago no es un simple pecador, sino uno de los peores. Es totalmente injusto, ya que quiere recibir alimento sin pagar nada (Proverbios 18:8–9 NTV).
El vago es destructor por excelencia, porque en vez de obtener ganancias para su jefe, hace que pierda dinero en su sueldo. Es un imitador del anticristo, por ser destructor. En cambio, si trabajáramos incluso los sábados, imitaríamos a Dios (Juan 5:17) (Proverbios 18:9 NTV).
Dios creó los nombres por muchas razones; una de ellas es para que no reine la ambigüedad, sino predomine lo perfecto, que es lo específico, lo que lleva al orden y la simplicidad. Por eso Él creó las primeras palabras, que son: brazos, piernas, trono, y sobre todo, su nombre (Proverbios 18:10 NTV).
Al principio, solo existía la mente de Dios; luego, Él mismo se creó su cuerpo, y enseguida creó algo muy importante: su etiqueta, o su nombre (Proverbios 18:10 NTV).
Los nombres son un conjunto de sonidos para facilitar la manera en que nos referimos a alguien o algo, para no tener que decir toda su infinita descripción. Por ejemplo, Dios creó su nombre, que es Yo soy, el cual describe todo lo que Él es, sin necesidad de pronunciar toda su infinita descripción (Proverbios 18:10 NTV).
Invocar el nombre de Dios atrae un gran poder: poder para robar a ciudades y países, asesinar niños y a todo ser humano, pero también poder para dar protección. Invocar su nombre nos da seguridad para sobrevivir incluso en una guerra (Proverbios 18:10 NTV).
Es de insensatos creer que exista el arma más letal del mundo o el búnker completamente seguro, pues la verdad es que no hay nada seguro en este mundo, salvo el nombre de Dios. Ese es el arma y escudo más poderoso que haya existido jamás (Proverbios 18:11 NTV).
El orgulloso pide y espera ser exaltado cuando no se lo merece. En cambio, Dios pide y espera ser exaltado cuando se lo merece. Dios utiliza su fama para exaltar a los débiles; en cambio, el orgulloso utiliza su fama para aplastar a los débiles (Proverbios 18:12 DHHDK).
La humildad es esclavitud, como dice en otras palabras el Salvador: el más “esclavo” de todos será el más importante (Marcos 9:35 DHHDK). En cambio, ellos, siendo negros o blancos, no quieren servir a nadie; y si no quieren servir a lo visible, menos aún a lo invisible (1 Juan 4:20) (Proverbios 18:12 DHHDK).
Al orgulloso no le gusta servir a los demás, ni siquiera a sí mismo; por eso anda esclavizando a los demás, por ende Dios puede soportar muchos pecados graves, pero el orgullo es tan insoportable como el excremento podrido (Proverbios 16:5 DHHDK). Por eso, detrás de toda nación orgullosa está el Destructor, o sea, el Anticristo, quien destruirá esa nación (Proverbios 18:12 DHHDK).
La gente toma al orgullo como algo insignificante, e incluso como algo bueno, cuando la verdad es que es insoportable para Dios (Proverbios 16:5 DHHDK). Y de seguro, ya sea blanco o negro, bueno o malo, rico o pobre, dicha persona será destruida; y con mayor severidad si es pobre o negro (Alma 32:15), por estar en ventaja ante el rico y el blanco (Proverbios 18:12 DHHDK).
Dios ama la fama y pagó el precio para tenerla con sufrimiento, en cambio ellos quieren tenerla gratis. Por eso no soportan las críticas, buenas o malas, cuando sufrir estas es el precio para obtener más fama, porque el precio para ser exaltado es ser humillado (Proverbios 18:12 DHHDK).
Sacar conclusiones sin estar seguros es propio de ignorantes, que no saben que lo correcto es asegurarse, ya sea por una confirmación de Dios o por la presencia de testigos. De lo contrario, quedaremos como charlatanes y seremos humillados, como todo orgulloso que se jacta de saberlo todo (Proverbios 18:13 DHHDK).
Ni hambrunas, ni sequías, ni guerras, ni accidentes se comparan al castigo psicológico que Dios da a los de dura cerviz, que no cambian pese al daño corporal, sino que necesitan golpes emocionales, como ser abandonados, humillados, insultados, traicionados, etc. (Proverbios 18:14 DHHDK).
Podríamos simplificar todo en cinco tipos de personas. Están las que necesitan pocos golpes para ser purificadas; luego, las que necesitan mucho sufrimiento físico; después, las que necesitan sufrimiento mental; luego, las que necesitan aún mayor sufrimiento mental; y por último, las que lo soportan todo y nada las purifica del pecado. Estas últimas están condenadas a terminar en el infierno, y por eso Dios hace que vivan como en el paraíso en esta vida (Proverbios 18:14 DHHDK).
Está el inteligente bueno y el inteligente malo. Obviamente, la inteligencia perfecta la tiene el santo. Por eso no debemos caer en el orgullo, y debemos reconocer, como gente humilde, no solo lo malo de ellos, sino también todos los dones que Dios les dio: belleza, inteligencia, fuerza, etc. (Proverbios 18:15 DHHDK).
Los verdaderamente inteligentes aprenden cada vez más de lo bueno, incluso de los paganos. Los verdaderamente humildes aceptan y valoran lo bueno de los paganos, ya sea en inteligencia, belleza o cualquier otra cosa (Lucas 16:8). En cambio, los falsos creen que son los mejores en todo, y que no necesitan aprender de nadie, y menos de los paganos (Proverbios 18:15 DHHDK).
No son del todo malas las donaciones (Proverbios 18:16 DHHDK).
Si fuesen malas las donaciones, y las tomáramos como sobornos, entonces estaríamos sobornando a Dios al ofrendar o diezmar. Pero la verdad es que los sobornos son donaciones con un fin injusto; en cambio, las donaciones sirven para que esa gente nos trate justamente y nos abran sus puertas, sobre todo para predicar (Proverbios 18:16 DHHDK).
La democracia puede parecer justa a simple vista, pero mejor que darle el poder al pueblo es la teocracia o la azarcracia, porque mediante el azar Dios toma mejor el control del destino de una nación, siempre y cuando sea en su nombre (Proverbios 18:17–18 DHHDK).
Hay decisiones difíciles que no esperan ser consultadas a Dios; por eso, para ser más eficientes, Dios nos da la herramienta del azar, que nos simplifica la vida y le da el poder a Él para decidir (Proverbios 18:18 DHHDK).
Ellos devalúan el azar y dicen que no es la mejor opción. Y no devalúan solo esta ley, sino muchas más, ya que el protestantismo es la religión de la bestia, mientras que el catolicismo es la religión de la prostituta. Por eso, valoremos el azar, pues la verdad es que es una herramienta muy importante para situaciones importantes (Proverbios 18:18 DHHDK).
Ya de por sí es difícil recuperar a un amigo santo que es ofendido injustificadamente; mucho menos se puede recuperar la confianza de un vecino o conocido mundano. Por eso, es mejor que juzguemos bien antes de ganarnos enemigos fácilmente (Proverbios 18:19 DHHDK).
Actuar según el saber de Dios es actuar contrariamente a casi todo el saber del mundo. La satisfacción completa en el beber, comer, etc., viene de Dios. Pero no toda comida que sabe bien por fuera es buena, porque la comida trans es rica por fuera, pero envenena por dentro (Proverbios 18:20 DHHDK).
Puedes satisfacer a tu cuerpo superficialmente con comida deliciosa, pero si te hace mal por dentro, no es buena. En cambio, la comida completamente orgánica beneficia a los órganos, como el hígado, y este, a su vez, mantiene todo el cuerpo saludable. Por eso necesitas tierra no contaminada, semillas no transgénicas y animales que produzcan abono orgánico, para así cosechar un alimento que te satisfará desde adentro (Proverbios 18:20 DHHDK).
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